H.E.A.T (Madrid - Sala La Riviera (23/05/2025)
H.EA.T (Madrid - Sala La Riviera (23/05/2025) by Fernando Villacé
CRÓNICAS CONCIERTOS


¡Menudo susto! Mira que anunciaron la fecha con antelación suficiente, pero para nada me esperaba que los suecos fuesen a hacer un sold out en La Riviera, cuando la vez anterior que los había visto tocaron en un recinto con prácticamente la tercera parte de aforo y la última vez que vinieron a Madrid lo habían hecho en otro con un aforo de menos del 50% del que tiene la emblemática sala de la palmera, con lo que me tomé la adquisición de la entrada con mucha calma, tanta... ¡que me quedé sin ella! Menos mal que las redes no solo sirven para acumular haters, y tras comentar mi problema en el "caralibro", los astros se alinearon para que pudiese hacerme con tan codiciado ticket.
Los alrededores de La Riviera estaban ocupados por "los de negro", como nos bautizó Antonio Aorland mientras "calentábamos motores" para lo que no era precisamente un entierro, más bien todo lo contrario: ¡Un fiestón de los que marcan época!.
Un poco de HITTEN








Tan agradable estaba siendo la previa, que cuando miré la hora me di cuenta de que los murcianos HITTEN ya debían llevar un buen rato sobre el escenario, una put*** porque tenía muchas ganas de verlos y me perdí la mayor parte de su actuación. Pude disfrutar únicamente de sus tres últimos temas. Lo que vi me gustó: actitud, calidad, imagen y buenas canciones, pero considero que es insuficiente como para hacer una crónica de su actuación. Solo decir que el sonido desde donde yo me situé era bastante bueno, pero por las crónicas que he leído, no fue así en toda la sala, cosa extraña porque es de los recintos de Madrid con mejor acústica.
Solo comentar un par de "reflexiones" sobre la elección de los murcianos como teloneros: la primera, muy positiva, ya que es de agradecer que se dé la oportunidad a bandas de aquí para abrir citas tan importantes como esta. No sé si fue cosa de los propios H.E.A.T o de los promotores, pero doy un 10 al que fuese responsable, porque desgraciadamente no es lo habitual. La segunda, más debatible, no sé si fue la elección más adecuada, los que seguimos a HITTEN desde hace tiempo sabemos que calidad no les falta, y más desde que cuentan en sus filas con un excelente vocalista como Alex Panza, pero considero que esta noche había bandas nacionales mucho más adecuadas para telonear a los suecos. Es cierto que H.E.A.T han optado por sonidos cada vez más duros, pero no tanto como el de los murcianos, que aunque han girado hacia un Hard Rock potente, su música sigue teniendo muchos tintes de Heavy clásico y Power Metal.
Por desgracia, HITTEN tienen más repercusión fuera de nuestras fronteras, como demuestra el haber formado parte del cartel del mismísimo Wacken o su reciente gira por USA, pero para que os hagáis una idea, de las seis personas con las que viví de cerca el concierto, solo les conocía yo. ¡Ojo! No digo que no sean buenos o no se lo merezcan, pero insisto, creo que había opciones que hubiesen satisfecho más a los seguidores de H.E.A.T. Que conste que es una valoración muy personal y con todo mi respeto a la banda. De hecho, únicamente he leído buenas crónicas en los medios y buenas opiniones de los fans, así que es muy posible que el equivocado sea yo.
H.E.A.T
(Asegurando el futuro del Hard Rock)




















Está claro que los suecos son una banda muy querida en nuestro país, y por lo visto cada vez más. Creo que desde el regreso de Kenny han ido aumentando su masa de fans "bolo a bolo", porque en disco son muy buenos, pero en directo SON UNA APISONADORA. Conozco a gente que prácticamente no había oído hablar de ellos y gracias a su actuación en el Rock Imperium de hace un par de años se hicieron fans incondicionales de la banda, lo mismo tras su participación en el Lion Rock Fest.
La Riviera mostraba un aspecto inmejorable. Además, la limitación del aforo de los casi 3000 de hace unos años a menos de 2500 en la actualidad hace que no te sientas agobiado como antiguamente. Curioso lo variopinto de los asistentes, que iba desde los más aoreros muy de vestir "de calle", a los "hombres de negro", que creo cada vez son más en los conciertos de los suecos.
Con un simple pero efectivo escenario presidido por "el ojo que todo lo ve", protagonista de su última portada, situado bajo el nombre de la banda y entre las dos altas plataformas donde se situaban el teclado de Jona Tee y la batería de Crash, a la vez casi unidos por una pasarela, fueron apareciendo los integrantes de la banda, mientras la misma intro con la que abre su último álbum nos daba la "bienvenida al futuro" para terminar con la primera explosión de júbilo de la noche al aparecer Kenny Leckremo sobre el escenario y sonar la veloz y contagiosa "Disaster". Como ya he comentado, el sonido de La Riviera suele ser muy bueno y quedó demostrado desde el principio. El efectivo juego de luces, sin ser la octava maravilla, cumplía con su papel de dar vistosidad al espectáculo acompañado por varias columnas de humo muy presentes durante todo el show. Con público y banda entregados por igual, discurrió el primer acto de la velada, dejando claro que esa noche habíamos venido todos a pasárnoslo en grande.
La siguiente en caer fue la melódica “Emergency”, con Kenny correteando el escenario de un lado a otro, aunque lo noté bastante más comedido que en la anterior gira en la que se mostraba especialmente hiperactivo. ¿Podemos decir que hemos pasado de una intensa clase de zumba-rock a una simple sesión de gimnasio?
Viajamos ahora al maravilloso II, el inicio de la etapa más cañera de la banda, con el siempre bien recibido "Dangerous Ground" ¡Cómo me encanta ese solo de Dave Dalone, tan himnico, que Kenny nos hace corear como si de un estribillo más se tratase!
Definitivamente, "Hollywood" se ha convertido en mi tema favorito de la banda. Una apuesta segura que siempre ha sido uno de los momentos álgidos en cada uno de los cinco shows en los que ya la he visto interpretar en vivo. ¡Qué buen rockllo me transmiten siempre esos “ohh, ohh, ohh” cantados por casi toda la sala al unísono!
El ambiente festivo de “Hollywood” torna en la seriedad y dureza de “Rise”, donde se aprecia la buena e indispensable labor de los coros del resto de la banda, sobre todo de Jimmy y Dave que son los más activos en este aspecto durante todo el concierto. Pronto vuelve la alegría con “Nationwide”, con ese estribillo tan movidito y el guitarrista del sombrero tomando el centro del escenario para hacernos corear otro de esos solos que se te quedan en la cabeza como si del himno de tu país se tratase.
Con nuevo look del activo vocalista incluido, que cambió su chupa de cuero negra con la que comenzó el show por una tradicional cazadora vaquera, regresamos al futuro con “Runnin' to You”, con Jimmy y Kenny aprovechando la pasarela para saludar a sus compañeros de la parte de atrás, imposible no unirse a cantar esos “ohh, ohh, ohh” tan Bon Jovi que lo convierten en uno de los temas más festivos de su última entrega: corto, pero intenso.
En esta ida y venida de viajes en el tiempo, volvemos muy al pasado, en concreto a su álbum de debut con “Cry”, durante el cual, dando sentido al título del tema, lloró “to quisqui”, empezando por la guitarra de Dalone y acabando con el sentido llanto de Kenny, que hasta se tuvo que tapar la cara con una toalla para disimular un poco. Se quedó tan “noqueado” que tuvo que venir a rescatarlo el grandullón de Crash para ponerlo de nuevo en circulación con un abrazo de esos que cargan las pilas. Aprovechó Kenny para ir abrazando uno a uno a sus compañeros, como queriéndoles dar las gracias por ofrecerle esta segunda oportunidad que tan bien está aprovechando. Desde luego que fue uno de los momentos del show, durante el cual Kenny recibió una gran ovación del público. Estoy seguro de que más de una lagrimilla recorrió muchos de los casi 2.500 rostros que allí nos congregamos.
Nada mejor para acabar con los lloriqueos que “Beg, Beg, Beg”, que convirtieron en clásico en su anterior gira, en la que lo alargaban con el vacile de Kenny con el público y que esta vez lo han cambiado, para sorpresa de bastante parte del público, por un trozo de “War Pigs” de Black Sabbath, claro síntoma del endurecimiento de la banda en esta nueva etapa.
A estas alturas ya daba igual que el tema fuese actual o antiguo, cañero o balada, serio o vacilón... Sé que está muy manida esta expresión, pero “banda y público eran uno solo” y cada tema sonaba a clásico.
Todavía no he hablado del desempeño global de la banda, pero sobra decir que se encuentra en una forma inmejorable, con los músicos totalmente compenetrados y conocedores de su papel sobre el escenario. Aunque todos los ojos suelen ir detrás de su frontman, cada músico cumple a la perfección con su labor. No necesitan de excesivas tecnicidades ni florituras porque poseen lo que muy pocos son capaces de conseguir: HITS; y es que, como ya he comentado, cada canción que suena parece un clásico. Sí que me gustaría destacar nuevamente la labor de Jona Tee, que además de ser uno de los principales compositores de esos hits, desde su “atril” ejerce de maestro de ceremonias en la sombra. Algunos dicen que no suenan sus teclados, puede que así lo parezca en directo no notándose tanto su labor, pero al analizar los vídeos que he grabado para la ocasión, he apreciado mucho más de que es una parte vital para el sonido de la banda en vivo, teniendo en cuenta que solo cuentan con la única guitarra de Mr. Dalone, los teclados de Jona son los encargados de “llenar todo lo demás”.
Curioso me resulta que el único que nos ofrezca un solo durante el show sea el batería Crash. El caso es que el grandullón siempre sabe llevarse al público a su terreno, aunque el solo en sí no me pareció nada del otro mundo, en este caso lo completó con un “mini show” a grito de ¡Quítate la ropa!, desprendiéndose él mismo de su camiseta... aunque casi nadie le siguió luego. Personalmente, preferiría un tema más en el repertorio, pero bueno, es lo que hay. Tratan de ser ochenteros hasta en esto.
Llegados a este punto del show, justo estaba comentando con mis compañeros de concierto, Dani y Moi, que dudábamos que hubiese algún invitado al no haber aparecido ninguno todavía. Lo cierto es que inicialmente vendieron la fecha de La Riviera como algo muy especial, con invitado(s) muy especial(es), pero pasaban los minutos y nada de nada. Yo siempre pensé que podría ser Erik Grönwall, pero aunque Antonio, otro de mis compis de concierto esa noche, me había dado algo de esperanzas de que podía aparecer Erik, con todos los problemas que ha tenido últimamente con su propia salud y la de su padre, que le privó recientemente de actuar con MSG en algunas fechas de nuestro país, no me extrañaba que hubiese tenido que cancelar su presencia sobre el escenario esa noche. Lo único especial, de momento, era la anunciada grabación de un DVD.
Peeero... cuando ya había perdido la esperanza, mientras suenan las primeras notas de “Breaking the Silence”, oigo que alguien me grita al oído: ¡Ahí está, ahí está la fiera! Era mi amigo Dani, tan emocionado como si hubiese visto al mismísimo Dio resucitado. Pero no, se trataba del deseado Erik Grönwall, que fue recibido con una ovación inmensa. Si La Riviera hasta ese momento ya parecía un mar de brazos alzando puños y cuernos para celebrar cada uno de los temas, ahora daba la sensación de que a los asistentes les había crecido un tercer brazo y habíamos pasado al "maremoto" ¡la algarabía era increíble!
“Breaking the Silence” fue interpretada a medias con Kenny como si lo hubiesen hecho a dúo durante toda la vida. Parecían los “dos niños malos de clase” que competían para ver cuál de ellos era el más popular y a quién elegían para el papel protagonista de la fiesta de fin de curso. Con una cerrada ovación para ambos llegamos al final del tema, con besos y abrazos entre ambos incluidos, que lo convirtió en otro momento realmente emotivo y especial. Un momento único para los que nos gusta H.E.A.T.
Cedió el testigo momentáneamente Kenny a Erik para que tomase las riendas de la banda, y vaya si lo hizo. Tras saludarnos y recibir una grandísima ovación, con toda la sala gritando ¡Erik, Erik, Erik!, nos presentó el tema que yo habría elegido si me hubiesen preguntado cuál me gustaría incluir en el setlist: ni más ni menos que el maravilloso “Inferno”. Durante su interpretación, Erik mostró todas sus cartas, volviendo a demostrar que, a pesar de su enfermedad, sigue siendo un verdadero torbellino sobre el escenario. No paró de recorrerlo de un lado a otro sin dejar de practicar ese peculiar headbanging suyo, levantar los brazos, hacer los cuernos al estilo Angus Young, hacer air guitar, arengar al público sin parar… vamos, todo lo que te puedes esperar de uno de los mejores frontman aparecidos en los últimos lustros en la escena rockera. ¡Erik en toda su plenitud!
En solitario comenzó Erik “Living on the Run”, bajándose al foso para alegría de las primeras filas y fastidio de las últimas, ya que no le podíamos ver, aunque sí escuchar. Y cuando ya nadie lo esperaba, con Erik de nuevo encima del escenario, apareció de nuevo Kenny para, seguramente, la interpretación más especial de uno de los mayores hits de su historia. Un momento para enmarcar y que quedará debidamente registrado en el DVD que espero lancen pronto.
La retirada de Erik del escenario podría haber supuesto un bajón en el show, pero para nada. La banda retomó su nueva etapa con “Back to the Rhythm”, haciendo de nuevo bailar a toda la sala, esta vez al ritmo del fuego (varios días me pasé repitiendo en mi cabeza "Back to the Rhythm of Fire").
La casi eurovisiva “1000 Miles” hizo felices a todos los allí presentes, especialmente a los fans de su primera etapa. Con “One by One” quedó demostrado que Kenny ha hecho tan suyos los temas cantados por Erik, que si no conoces su discografía, serías incapaz de saber a qué etapa corresponde.
Cuando ya parecía que no podría haber más sorpresas, interpretaron por primera vez en vivo mi tema favorito de su último disco y que para nada me esperaba: “The End”. ¡Menudo temazo y qué bien sonó en directo! Uno de los temas más melódicos y que más recuerda a su primera etapa.
Y para el postre, dos de sus mayores hits de la etapa de Erik, al que todos esperábamos de nuevo: “Point of No Return” y la imprescindible “A Shot at Redemption”, suprimiendo en esta ocasión esa alargada intro que hacían en la anterior gira para lucimiento de Kenny.
Estoy seguro de que casi todos los allí presentes pensábamos que ese no podía ser el final de la actuación porque esperábamos de nuevo a Erik, y más cuando Kenny lo nombró en la presentación de la banda. Pero nada, nos quedamos con las ganas. ¿La razón? Pues no sé si la sabremos, pero la verdad es que a varios nos dejó un poco plof. Cuando sonó por los altavoces la banda sonora de Los Cazafantasmas, supimos que eso había terminado. Tras los saludos de rigor de la banda (nuevamente eché de menos a Erik) y la merecida ovación que les dimos los allí presentes, dábamos por cerrada una gran noche de hard rock que quedará para la historia y sitúa a H.E.A.T como uno de los mayores exponentes de la escena actual.
Lo sucedido ese 23 de mayo de 2025 podría resumirse perfectamente el mensaje de una de las pancartas que lanzó el público a la banda que decía "If you love rock, you love H.E.A.T".
Es de agradecer que tocasen prácticamente dos horas, cuando nunca los había visto pasar de la hora y media. Destacar también la actitud del público, que estuvo entregado desde la primera hasta la última nota y fue parte esencial para que resultase una noche realmente espectacular. Era la séptima vez que veía a los suecos y no sé si la mejor, pero sí la más especial. Francamente, pienso que H.E.A.T no han tocado techo y todavía tienen muchas alegrías que darnos. Por perdirles para futuras ocasiones, que inviertan algo más en espectáculo (Yo que sé: láseres lanzados desde ese ojo futurista, pantalla trasera emitiendo imágenes, que se vistan de extraterrestres...), creo que les ayudaría a seguir creciendo.
Muchas gracias, H.E.A.T. Muchas gracias Hard Rock... y recordad: mucho rock, mucho heavy metal y, sobre todo, ... NUNCA DEJÉIS DE SOÑAR.
SETLIST
• Disaster
• Emergency
• Dangerous Ground
• Hollywood
• Rise
• Nationwide
• Running to You
• Cry
• Beg Beg Beg (con trozo de “War Pigs”)
• Solo de batería
• Breaking the Silence (con Erik Grönwall)
• Inferno (solo con Erik Grönwall)
• Living on the Run (con Erik Grönwall)
• Back to the Rhythm
• Bad Time for Love
• 1000 Miles
• One by One
• The End
• Point of No Return
• A Shot at Redemption










PD: No quería despedirme sin dar las gracias a Carlos Preciado por estar siempre ahí y hacer que haya podido vivir otra noche mágica. Gracias también a Antonio Aorland por conseguirme la entrada 0¡cómo me hubiese arrepentido de no haber asistido!, a Manuel García y Encarni Sabina por el buen rato que pasamos antes del concierto, gracias también a Dani y Moi (La Legión Pucela) por cuidar de mí durante el concierto y, por último, a los amigos que se acordaron también de mí para conseguir una entrada aunque ya la hubiese conseguido.


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