IN VAIN+ AZRAEL (Sala The Bassement, Madrid 09-03-2024)

Sábado 09 de marzo de 2024, uno de los días más fríos de todo este invierno en Madrid, pero que mejor forma de soportarlo para un yonqui del metal como yo, que una buena dosis "en vena" del mejor Heavy Metal (Ya sé que In Vain no significa eso, pero ¿A que queda bien? ).

La dosis me la podían haber servido en varios sitios más, pero por distintas circunstancias había elegido la Sala Bassement como centro de abastecimiento y fue todo un acierto viendo los resultados. Y es que Madrid últimamente es como una subasta de conciertos, cuando llega cualquier fin de semana, si tienes intención de disfrutar de música en vivo, elijas lo que elijas siempre vas a tener que sacrificar algo, ya sé que la competencia es buena ¿Pero tanta?, a ver si ahora que la temida inteligencia artificial empieza a estar en auge, la utilizan para investigar sobre la posibilidad de la multiplicación y así poder asistir a varios sitios a la vez.

A pesar de lo apetecible del cartel no lo tenían nada fácil con varios eventos simultáneos, como un festival muy Interesante y la celebración de los 50 años de una mítica banda con un montón de ilustres invitados, pero el trabajo, tesón y ganas que pusieron tanto la organización e In Vain, junto la mano que les echaron los granadinos Azrael aceptando la invitación a última hora, la cosa salió adelante y consiguieron reunirnos a un buen puñado de “adictos al metal”, seguramente muchos menos de los que se merecían, pero los suficientes para dar un poco de sentido a tanto esfuerzo. Me entristece mucho que a veces el objetivo de bandas y promotores sea únicamente salvar los muebles y no perder pasta, como si tanto trabajo, esfuerzo, ilusión y tiempo invertidos no tuviesen valor. No me queda más que lanzar un mensaje a todos los implicados: ¡MUCHAS GRACIAS A TODAS LAS BANDAS, PROMOTORES, SALAS ,… QUE SIGUEN APOSTANDO PARA QUE LOS DEMÁS SIGAMOS DISFRUTANDO DE ESTA MÚSICA TAN IMPORTANTE EN NUESTRAS VIDAS PARA MUCHOS DE NOSOTROS!, en esta ocasión a Paula To Tsuki que se deja la vida en todo lo que hace, y a ambas bandas.

Tras recoger nuestra entrada y calentar motores en los bares de alrededor (Difícil tarea con el frío que hacía), nos dirigimos a una sala nueva para mí y cuya distribución era un poco "peculiar", medio nave, medio sala, con el escenario en perpendicular a una larguísima entrada que haría perder mucha visibilidad en caso de una gran afluencia de público. El sonido me pareció correcto y lo que creo que se quedó bastante corto fue el juego de luces, incluso a veces parecía quedarse totalmente a oscuras sin poder distinguir más que la silueta de los músicos.

AZRAEL

Sé que para que se purguen los pecados hay que confesarlos, así que reconozco públicamente que nunca he sido un seguidor de Azrael en toda regla, más allá que sus temas más conocidos como "Tarde ya" o "Sacrificio" y escuchas rápidas de sus discos más recientes, nunca les he prestado la atención que seguramente se merecían. El caso es que soy más de los 80 y en la época que "eclosionaron" me pilló una etapa un poco “especial" de mi vida, así es que esta vez no quería perderme su directo de ninguna de las maneras para poder comprobar si todas las excelencias que me habían comentado sobre ellos eran ciertas, así que analicemos lo que hicieron esta noche para llegar a una conclusión.

Aunque lejos de óptimo, el sonido era bastante aceptable y suficiente para disfrutar del buen hacer de los granadinos. La banda empezó puntualmente con dos cañonazos de “Dimensión IV”, uno de sus trabajos más aclamados y con razón por lo visto en la sala, en concreto “Nada que temer” y “Sentencia”, por lo visto era de los pocos “pecadores” que todavía no era seguidor de la banda, porque la mayoría de los allí presentes se sabía prácticamente todas las canciones y las cantaba de principio a fin, como si de clásicos de Maiden se tratase. A pesar de las idas, vueltas, venidas, huidas… de los últimos tiempos en la banda, todos los músicos están a muy buen nivel y suenan totalmente compenetrados, pero me gustaría destacar la labor del balear Marc Riera, que además de ser un buen vocalista, me sorprendió más como frontman, es de esos tíos que llena el escenario por sí solo (Y no únicamente por lo grandullón que es) sabiendo contagiar su buen rollo al público, ayudado siempre por los contagiosos estribillos de la mayoría de las canciones de la banda que funcionan a la perfección en vivo. Es muy de agradecer que mientras muchas bandas noveles optan por teclados enlatados, ellos se permiten el lujo de contar con Zoraida Vidal cuyas teclas aportan mucha calidad y autenticidad sobre el escenario. No nos podemos olvidar del bajo de Juan Manuel Salas (Único miembro original) que junto a la batería de Tino Torres (Que afronta su segunda etapa en la banda) llevan en volandas al resto, y, por supuesto, a Enrique J. Rosales (Parte fundamental en los coros) y Oscar Espín (La más reciente incorporación), que para mí fueron uno de los mayores atractivos del directo con esos juegos de guitarras veloces y dobladas que dan a Azrael ese toque tan Power Metal que siempre han tenido.

Tras su infalible arranque, hice una avanzadilla para situarme en las primeras filas, donde el sonido me pareció similar. La primera que pude disfrutar en mi nueva localización fue “Hoy por fin” de su disco homónimo de 2019, con el protagonismo inicial de los teclados de Zoraida. Pronto llegó “Al amanecer”, uno de los temas que más me había gustado de la playlist que me había preparado para disfrutar del concierto unos días antes, me encantan esos temas que empiezan directamente con un estribillo ganador sin perder el ritmo en ningún instante, un verdadero cañonazo en directo y uno de los más coreados de la noche.

Marc nos recuerda que vienen a presentar su nuevo disco "Dimensión V", del que interpretan "Renacer", tema que ya fue lanzado en 2020 con una formación "provisional" y que ha sido recuperado para la nueva entrega de la banda, durante este tema se hizo presente el insuficiente juego de luces de la sala, que al intentar acompañar con el mismo la parte rápida del tema, lo único que consiguió fue quedarnos casi a ciegas tanto a público como a banda, por suerte ese aspecto fue superado por la solvente interpretación de los músicos. Bajamos un poco las revoluciones con "Más allá del cielo", para retomarlas de inmediato con "Tres y el Apocalipsis", otro clásico de esos que la mayoría de la gente se sabe y disfruta un montón, destacando el momento de su épico solo. Aparcamos la nostalgia para volver de nuevo a la actualidad con "Vivir-morir", uno de los temas que más me gusta de su último disco y durante el que me pasé gran parte del mismo analizando las evoluciones de Juan Manuel Salas con su bajo de cinco cuerdas, de la velocidad a la que iba y lo dañados que están mis ojos, no logré averiguar si llegó a utilizar las cinco o no.

El powermetalero inicio de "incierta realidad" y un pequeño empujón de Marc, hicieron botar a una sala ya entregada en cuerpo y alma a Azrael ¡Ojito con eso de entregarse tanto al Arcángel Azrael en los aquelarres que monta, porque es el encargado de recibir a los muertos para que sus almas sean juzgadas!, menos mal que me había confesado antes.

Un emotivo inicio de la siempre sonriente Zoraida, seguido de esas guitarras dobladas que parecían llorar por sí mismas, dieron paso a la personal versión que la banda hace de "Llorando por Granada" de "Los Puntos", que me gustó bastante más en vivo que de lo que recordaba en disco, hasta el punto de que para mí fue uno de los momentos álgidos del show.

Y para terminar estaba claro que nos tenían reservado lo mejor, o al menos lo más conocido de la banda y apuesta segura con "Tarde ya", donde Zoraida tomó de nuevo las riendas con esa calmada intro a la que secundó Oscar demostrando lo que es capaz de transmitir con su guitarra, y "Sacrificio", durante los cuales banda y público lo dimos todo en la sala Bassement, en especial Marc en esos exigentes registros en medio del último y aclamado tema. Un cierre de lujo para unos invitados de lujo.

Definitivamente me he perdido muchos buenos ratos al no estar pendiente de las evoluciones de Azrael, así que me autoimpongo, como penitencia, escuchar atentamente toda su discografía y volver a verlos cuanto antes ¡A grandes pecados grandes remedios!.

SETLIST:

Nada que temer

Sentencia

Hoy por fin

Al amanecer

Renacer

Más allá del cielo

Tres y el apocalipsis

Vivir/morir

Incierta realidad

Llorando por Granada

Tarde ya

Sacrificio

IN VAIN

Me encanta la apuesta musical de los madrileños, capaces de mezclar de forma impecable el Power Metal, el Heavy más tradicional con algo de Thrash Metal, consiguiendo un sonido realmente propio y de muy alta calidad, sobre todo en sus dos últimas obras que deberían encumbrarles a lo más alto del panorama nacional e incluso, porqué no, fuera de nuestras fronteras.

No tuvieron un arranque fácil, ya que, tras los obligados cambios en el equipo, tuvieron problemas con un micro de la batería y nos hicieron esperar un poco más de lo normal. Durante ese tiempo de espera me di cuenta de que esa noche la típica metáfora que utilizamos de “fue un concierto en familia”, se convertía más en realidad que nunca al verme rodeado de varios niños nerviosos por saludar a sus papis que estaban encima del escenario, sólo confío que esos cascos blancos que llevaban fuesen realmente para evitar dañar sus jóvenes oídos y no para escuchar esos sucedáneos de música que suelen escuchar los chicos de su edad.

Una vez solucionados los problemas iniciales, pensé que abrirían con “Story of a lie” aprovechando la intro del tema que también sirve de apertura para su último disco, pero decidieron hacerlo con “The force of thunder”, uno de los adelantos con los que nos dieron a conocer su maravilloso “Back to nowhere”, situado muy próximo al escenario el sonido me pareció correcto, aunque, para mi gusto, la guitarra solista sonaba un poco baja con respecto a la contundencia sonora del resto de la banda, tal circunstancia no restó un ápice las ganas y el buen hacer que demostró Julio Abadía a las 6 cuerdas, demostrando que su incorporación ha sido un gran acierto para este nuevo capítulo de la historia de In Vain. La banda en su conjunto se muestra muy compacta y, con algo más de rodaje, huele a banda grande de verdad. Aunque el mayor protagonismo de In Vain se lo lleva sin duda Daniel Cordón, que además de cantar y tocar la guitarra a un gran nivel, se muestra como el verdadero alma máter de la banda, situado justo enfrente del bajista Mario Arredondo pude comprobar la importancia de una sólida base rítmica que a veces tanto cuesta apreciar en disco, la sociedad que forma junto al batería Teo Seoane es atronadora y son una parte fundamental para trasmitir en vivo la contundencia que la banda muestra en disco,

La segunda en caer fue “Evil´s my soul”, tema con el que abren su anterior trabajo y cuyo inicio me suena tremendamente a Metallica. No abandonaron su anterior disco para seguir con el espídico inicio de “Falling to the groud” que cuenta con una de los estribillos que más me gustan de la banda y que mostró que el que iba a llevar la voz cantante en los coros era Julio Abadía.

Primera ocasión para que Daniel agradeciese a Azrael la mano que les había echado para sacar adelante el bolo, y para recordarnos que venían presentando un disco acojonante y del que, ahora sí, cayó “Story of a lie”. La banda quería dejar claro que tienen más discos que los dos últimos por los que los reconocemos la mayoría, así que viajamos a 2014 para interpretar “No future for the world”, del que Dani nos invita a cantar su fácil estribillo y de paso aprender un poco de inglés, a lo que la mayoría accedimos con todo el gusto del mundo, lo cierto es que es un estribillo muy digerible y que dan ganas de cantar con sólo escucharlo una vez.

No sé si fue en este punto exactamente, en el que los músicos no se mostraron agusto con algo de dentro del escenario de lo que desde fuera muchos no nos percatamos, así que tras un pequeño parón retomaron la marcha, lo cierto es que desde mi posición me sonaba de forma similar, pero a ellos se les notó algo más agusto.

De su “IV” todavía no había caído ninguna, así que lo hizo ” Blood & Steel” con un estribillo que me pareció muy Manowar. No hay mejor forma de regresar a su último álbum que con “Metal enlightment”, primer single que cuenta con otro estribillo en el que Julio aporta nuevamente las segundas voces a través de su llamativo micro vintage, temazo muy disfrutable en directo.

Se atrevieron con “Into the abyss – part II”, un tema de su segundo disco que les quedó de maravilla a pesar de que según Dani hacía un montón que no interpretaban en directo, además cuenta con unos oh! oh! oh! que vas a cantar aunque no conozcas el tema como era mi caso. En la misma línea suena “It´s getting dark”, otro temazo del anterior disco que explora su vertiente más Power y que personalmente es la que más me gusta.

Uno de los momentos más emotivos fue cuando Julio Abadía dedicó a su madre “Fort he fallen”, tema que reivindica la importancia de ocuparnos de salud mental y que posiblemente fue la mejor interpretación de la banda esa noche, personalmente, uno de los temas que más me gusta de su último disco y uno de los que más disfruté. La emotividad continuó con el pequeño “homenaje” que la banda tenía a modo de presentación de Julio como miembro oficial y al que Dani describió como “quien de alguna manera vino a salvar la banda”. Julio tuvo su momento de gloria con un pequeño pero intenso solo que enlazó con la tranquila intro de “Serenity Valley” con la que toda la banda volvió a salir al escenario para alargar un poco dicha intro de forma instrumental y acometer “la traca final”.

“Hannibal ad portas”, fue una de las mejor acogidas de la noche, en parte gracias a esos contundentes coros que aportan al tema una epicidad única e ideal para unirse a ellos. Lo que sí que me sorprendió, fue que dejasen casi para el final “Hellhounds” un tema de su primer disco del que Dani no parece estar muy orgulloso por lo que comentó diciendo que no era más que un “sueño de adolescencia”, curiosamente Julio cantó partes del tema a modo solista y el para nada desentonó con el resto, aunque evidentemente sonó mucho mejor de lo que lo hacía en su primera obra.

Llegaba el inevitable final de la noche y lo hicieron como suelen hacerlo siempre, con un contundente “War Machine” que pareció quedar al respetable más que satisfechos e incluso algunos se animaron a pedir otra, misión imposible por mucho que quisiéramos nosotros o la banda, porque la sala lanzó de inmediato por los altavoces la música que anunciaba que eso se había acabado.

Tras las fotos de grupo de rigor, con el público satisfecho de forma prácticamente unánime por lo vivido esa noche, esperé un rato para que los integrantes me firmasen mi recién adquirido CD y darles la enhorabuena, pero llegaba la hora del obligado “perreo” que invade la capital la medianoche de los fines de semana, el personal de la sala prácticamente nos echó a nosotros y presionó a la banda para que desmontase su equipo. Lamentable pero cierto, ni el disco de Azrael me dio tiempo a adquirir.

Resumiendo, gran noche la ofrecida por ambas bandas, una con una dilatada experiencia y prestigio que me demostró porqué, y otra que poco a poco va sacando la cabeza gracias a grandiosos discos como los dos últimos, que a pocas oportunidades que les den y algo de rodaje más, se posicionarán a la cabeza del metal patrio ¡Ya os he avisado!.

SETLIST

The force of thunder

Evil ´s my soul

Falling to the ground

Story of a lie

No future for the world

Blood & steel

Metal enlightment

Into the abyss – part II

It ´s getting dark

For the fallen

Serenity valley

Hannibal ad portas

Hellhounds

War machine

Gracias In Vain, gracias Azrael, gracias HEAVY METAL.

PD: No quiero despedirme sin agradecer nuevamente a Paula todo lo que hace por la escena desde tantos frentes y a Daniel Valenzuela ya que sin su ayuda no podría haber disfrutado de esta nueva “dósis de Heavy Metal”.

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