MEDINA AZAHARA "El Sueño Eterno" (2023)

MEDINA AZAHARA "El Sueño Eterno" (2023) By Fernando Villacé

CRÍTICAS DE DISCOS

Fernando Villacé

1/20/20249 min read

Curiosamente uno de mis últimos viajes ha sido a Córdoba, una de las pocas ciudades de nuestro país que me faltaba por conocer, y desde que llegué a la misma no se me venía otra cosa a la cabeza que Medina Azahara y sus canciones: El maravilloso riff de "Paseando por la Mezquita" cuando conocí ese impresionante monumento, la preciosa "Córdoba" que la banda dedicó a su ciudad cuando paseaba por sus históricas calles, "Favorita de un sultán" cuando veía uno de los muchos arcos árabes que la invaden o "A toda esa gente" cuando tenía que guardar esas interminables colas para entrar en cualquiera de sus monumentos, … por cierto, precisamente por "toda esa gente" no pude conocer el recinto arqueológico del que la banda tomó prestado su nombre, porque muchos de ellos llegaron antes que yo e hicieron un "sold out".

La banda cordobesa tiene reservado un lugar privilegiado en mi corazón de metal por varias razones, la más importante porque fue uno de los grupos en los que me refugié a principios de los 90, cuando una apisonadora llamada Grunge aplastó prácticamente toda la música que me gustaba y parecía que todo "llegaba a su fin", de repente cayó en mis manos un disco llamado "Sin Tiempo" que me hizo mantener viva la ilusión por el tipo de música que me sigue acompañando 40 años después. Me sirvió además para introducir en el mundo del rock y el Heavy Metal a algún colega que hasta ese momento renegaba de lo que para él sólo era ruido, y también para conquistar a alguna novieta a ritmo de balada de los andaluces. En aquellos años los vi en innumerables ocasiones en todo tipo de escenarios, desde discotecas hasta plazas de toros, y siempre salí con una sonrisa de oreja a oreja.

Medina Azahara ha sido una de las pocas bandas que ha sabido sobrevivir a los altibajos de la escena, habiendo cosechado varios discos de oro y platino, consiguiendo ser nominados a los premios nacionales de la música, tocando sin parar durante más de 40 años y a fecha de hoy son de los únicos artistas de rock nacional capaces de salir en la tele, incluso actuando en el programa especial de nochevieja de este 2023 ¡Menuda sorpresa me llevé cuando los vi!.

Lo cierto es que después de que se embarcasen en su tributo a Triana tanto en disco como en directo, el duro palo que había dado la vida a su cantante Manuel Martínez con la pérdida de su hijo y la avanzada edad de alguno de sus componentes, pensé muy en serio en eso de "todo tiene su fin". Pero por suerte me equivocaba y aquí están de nuevo, además con un órdago a la grande, ya que mientras la mayoría de las bandas se dedican a sacar temita tras temita, o como mucho un mini-Lp para alimentar a las redes, van ellos y lanzan un disco con nada más y nada menos que 23 temas (22 nuevos y una versión).

Lo primero que puedes pensar con esa cantidad de temas y 1 hora 41 minutos de duración, es que eso se te va a hacer muy largo, pero nada más lejos de la realidad, cuando me puse a escuchar el disco con atención, sorprendentemente lo hice del tirón. Para mí, las bandas que cantan en nuestro idioma tienen una ventaja, ya que si las letras son mínimamente interesantes y el vocalista tiene una buena dicción, para mi es como un libro que vas leyendo capítulo a capítulo, al contrario de lo que me ocurre con las bandas que lo hacen en inglés, en las que la música o la calidad de su vocalista es a lo que realmente presto atención. En el caso de este disco, me pasó como cuando empiezas a leer un libro de esos que te atrapa y no puedes dejar de hacerlo hasta terminarlo. Las letras son un tema recurrente en toda la carrera de Medina Azahara, que siempre han hablado de libertad, paz, amor, desamor, su tierra..., pero esta vez muchas de ellas llevan una carga emocional adicional que refleja el duro momento que está pasando Manuel Martínez a consecuencia de la peor desgracia que le puede acontecer a un padre.

Manuel Martínez y Paco Ventura son los dos únicos supervivientes de su época dorada en los 90 y los que llevan el peso del grupo tanto a nivel compositivo como a nivel interpretativo, sin olvidarnos de Manuel Ibáñez, que ya lleva más de 23 años en la banda y que con sus teclados aporta ese toque que hace tan reconocibles a los cordobeses, además de participar en la composición de un par de temas. La formación la completan Alvaro Coronado al bajo y el recién incorporado Fernando Prats a la batería.

Podemos decir que el trabajo es un perfecto resumen de toda su carrera: Un disco muy variado, compuesto por un conjunto de canciones de fácil digestión tanto para el rockero como para el público en general, consecuencia de la fusión perfecta del sentimiento andaluz que transmite la voz de Manuel (aunque con más de 70 años se ve obligado a bajar algo los tonos), la reconocible guitarra hardrockera de Paco Ventura (una de las mejores de este país) y ese saborcillo a Rock Andaluz que desprenden las teclas de Ibáñez (esta vez con más influencias AOR que nunca, supongo que por el peso de Paco Ventura en las composiciones).

Hasta aquí una visión general de lo que es el nuevo trabajo de Medina Azahara, si alguna vez fuiste fan suyo, o si no lo has sido pero te gusta el Rock Andaluz, el Melodic Hard Rock, el Rock Sinfónico, el AOR o simplemente la buena música, … quítate los prejuicios de encima y no dudes en darles una oportunidad.

Y tras la obligada versión reducida de mi crítica para aquellos que se cansan de leer pronto, paso a analizar más en profundidad los temas de este sorpresivo disco que nos han regalado Los Medina:

Engaña un poco la tranquila intro de "Todo el mundo en pie", ya que se convierte en uno de los temas más festivos de la carrera de los cordobeses, te va a recordar a alguno de los temas más alegres de su trayectoria, pero al ir acompañado de instrumentos de cuerda y viento te evocará a los mismísimos Mago de Oz, sobre todo en la versión en la que participa José Andrea (Imposible no acordarse de "Fiesta Pagana"). El tema habla de una de las cosas que más nos gusta en este país: LA FIESTA.

El segundo tema va dedicado a ese aparatito que para los que pasamos mucho tiempo solos se acaba convirtiendo en tu fiel e inseparable compañero, "La radio siempre está", me trae a la cabeza a los mismísimos Def Léppard en sus mejores tiempos, sobre todo por el contagioso riff inicial de Paco Ventura que deja claro cuales son sus influencias y gustos musicales.

Con la hímnica intro de batería de "Dame Fe" y uno de los riffs más potentes del trabajo, se acabó de momento la juerga para pasar a los Medina más reivindicativos, que aunque llevan toda la vida cantando a favor de la paz un hijo de Putin, conocido por todos, les ha debido cabrear mucho ya que le han dedicado directamente la canción (espero que no llegue a Rusia). Tema que tiene todos los elementos para ser incorporado en el setlist de sus próximos conciertos.

Otro potente riff de Paco Ventura al comienzo de "Quien pudiera", sirve para recuperar la versión más antigua de la banda, con todos los ingredientes de sus primeros discos y la guitarra que parece llorar, contagiada por la melancolía que transmite la voz de Manuel al dedicar una sentida letra al hijo que se le fue "subido en una estrella".

"Hijos de la Guerra" es uno de los temas con más ritmo del trabajo, con uno de los estribillos con más gancho y cuyo mensaje podría ser la continuación de "Niños", de su álbum "Sin tiempo". Mismo esquema para "Somos”, en el que destacaría nuevamente la reconocible guitarra de Ventura, en cuanto a su letra, otro canto a la libertad de los que tenemos tantos en toda la discografía de la banda y en este mismo disco, ¿No te suena algo así como "hemos nacido libres como el viento y el mar"?.

Inicio acústico que va in crescendo para presentarnos la primera balada del trabajo con "He vuelto a recordar", posiblemente la que más me gusta de todas. Ya dijo Manuel Martínez en una entrevista que a partir de ese momento iba a cantar por y para su hijo, aquí una nueva muestra y bastantes más en los siguientes temas. "Tus recuerdos" y "Llegó la hora", nos devuelven a los Medina Azahara de sus comienzos, curiosamente, aunque en el primer tema participa en la composición Paco Ventura y en el segundo Manuel Ibáñez, uno parece la continuación del otro, comenzando el segundo con una línea de guitarra con una melodía muy similar a la del estribillo de la anterior.

"La canción más bonita" es un resultón medio tiempo que roza el pop, nuevamente con una sentida letra que podría ir dedicada a cualquiera que quieras, pero que el fragmento que dice, "escrita con mi sangre", parece apuntar en la dirección que casi todo el disco, así como el título de la balada "Morir despacio".

Medina Azahara nunca se han cortado en colaborar con artistas que poco tienen que ver con el Rock, desde Antonio Orozco, Las Grecas, Ketama… ¡Hasta Camela!, en este caso han contado de nuevo con El Barrio, que además les ha ayudado con la composición del tema título "El sueño eterno", para mí un tema más de El Barrio que de ellos mismos y con el que nos despistaron al lanzarlo como primer single, demasiado flamenco para mí (palmas incluidas).

Volvemos a la buena senda con "Almalucía", tema bastante marchoso, típico de los cordobeses, dedicado a su tierra y que los andaluces podrían adoptar como nuevo himno de su comunidad, de hecho, si en la letra cambias el Guadalquivir por el río que pasa por tu ciudad, la podríamos adoptar todos los que por una u otra razón hemos tenido que salir de nuestra tierra. "Busca una salida" es de esos temas que entra a la primera y podría estar incluido en cualquiera de sus discos más celebrados de principios de los 90.

"Decídete" me evoca de nuevo a los grandes medios tiempos de Def Léppard, en concreto a "Animal", por esa guitarra medio escondida tan peculiar que nos ofrece Paco Ventura y con uno de los solos que más me gusta del disco, al igual que el anterior tema, explora la vena más romántica de la banda. Me encanta "No sé que daría", nuevo tema cargado de sentimiento que el vocalista dedica nuevamente a su hijo Manuel Angel, con unos teclados muy AOR que me recuerdan muchísimo a “Superstitious” de Europe, y que a pesar de la dureza de la letra, tiene unos agradables coros al final perfectos para subir las manos arriba y corearlos en vivo.

Continuamos con dos temas marchosos carne de directo, "Tus manos al cielo", cuyo riff inicial me parece casi clavado al de "Palabras de libertad" de su trabajo ¿Dónde está la luz?, otro canto a la libertad y al deber de luchar por ella, y "Una vida ideal" ¿Un mundo sin corrupción, más libertad, sin guerras, aire puro para respirar y menos bocas para alimentar? ¡Ja! ¡Eso sí que es un sueño eterno!.

Vamos enfilando la puerta de salida de este largo viaje con la vena más romántica, que nunca se les agota a los Medina, volviendo al más puro Rock Andaluz de "Nuca Jamás", que tiene uno de los mejores solos del trabajo, y dos baladas típicas de la banda, "El refugio de tu amor" y "Las cosas del amor", esta última con el sello de Manuel Ibáñez en la segunda composición que participa.

Regresamos de nuevo al Hard Rock que más le gusta a Paco Ventura con "La noche es para los dos", otro de sus temas típicos que te pone las pilas nada más escucharlo, un canto a la amistad y al amor en los que hay que refugiarse siempre para que "vuelva a salir el sol".

Para terminar, "Yo caminaré", una versión de Umberto Tozzi, que aunque le viene muy bien a la voz de Manuel, se me hace un poco pesada y que con todo lo bueno que tiene el disco yo no la hubiese incluido, pero ahí está para quien le guste y la quiera escuchar.

¡Pues sí, lo conseguí!, he podido analizar un disco de 24 canciones. Seguramente a esta parte lleguéis muy poquitos de los que empezasteis a leer, así que gracias por hacerlo y no dejes de escuchar el disco, si has aguantado hasta el final es porque te gusta la banda y seguro que lo vas a disfrutar porque es 100% Medina Azahara.

Escucha el disco en Sotify:

https://open.spotify.com/intl-es/album/2FGPZsfRuJywEwTg7riBrz?si=vAazqeVUTvqHoz1WSOIqgA