PANZER+LOS BARONES (Parla 29-04-2023)
PANZER+LOS BARONES (Parla 29-04-2023) Sala Conchita Amores
CRÓNICAS CONCIERTOS
Quiero dedicar esta reseña a todos los que como yo elegimos ser hijos de Caín, a los que siempre hemos estado al pie del cañón y hemos resistido, resistido a los grilletes de la represión, resistido a este campo de concentración en el que nos quieren recluir, resistido a aquellos que siempre nos tomaron por el malo de la película, a aquellos que se empeñaban en decir que con el rock acabaríamos mal, a aquellos que murmuraban que éramos cabezaduras y vagos. También a los que hemos resistido a todo tipo de banderas porque ninguna nos representa, a todos esos picos de oro que siempre nos dejan en tierra de nadie, porque gane quien gane siempre vamos a perder y además han conseguido enfrentarnos entre nosotros y casi han partido en dos la bandera del rock, la única que creía que nos identificaba a todos. Nos hemos hecho perros viejos, se nos escapa el tiempo, pero después de tantos años nadie ha conseguido pararnos y menos exterminarnos, porque siempre hemos estado allí y al final hemos tenido razón.
Gracias de corazón porque junto a vosotros la vida es algo más. ¡Nos vemos en el infierno!
PD: No quería olvidarme tampoco de los desertores que han vuelto, porque nunca es tarde, y los que no lo habéis hecho todavía aprovechad ahora que hay amnistía.
Como es habitual últimamente todos los fines de semana en Madrid, había que elegir opción si querías disfrutar de un buen concierto, Festival de bandas noveles al que tenía muchas ganas de ir, conciertos gratuitos por fiestas de una localidad madrileña, …, pero si tenía que elegir lo tenía claro desde que vi anunciada esta fecha en la que se juntaban dos de mis grupos favoritos y mayores referencias desde mis comienzos en el mundo del Heavy Metal.
Como perro viejo que ya soy, cuando voy a un concierto de este tipo no me puedo esperar que Sherpa cante ni se mueva como lo hacía en sus intervenciones en Tocata en los 80 ni que Carlos Pina haga esos giros de voz que tanto me flipaban en los 80, pero también sé que “gallina vieja da buen caldo”. Sé que me voy a encontrar a unos grandes músicos entregados encima del escenario y a unas grandes personas abajo, voy a rejuvenecer por unas horas tres o cuatro décadas y seguramente voy a echar unas cuantas lagrimillas.
Había muy buen ambiente en la sala, pero menos de los que estas dos bandazas se merecen. Además de por la competencia que ya he comentado, francamente creo que el evento no se movió por las redes con la fuerza que tenía que haberse movido por cierto miedo y prudencia para que no se repitiese lo que desgraciadamente ya sucedió meses atrás con otro importante evento con otra importante banda. Un aplauso enorme para Carlos Pina y toda la banda, así como a los dos pedazo guitarristas que acompañaron a Sherpa y Hermes, por la valentía mostrada en este aspecto y ceñirse sólo a lo que nos une y nos importa que es LA MÚSICA.
Cuando a finales de los 80 parecía que esto llegaba a su fin no dejaba de llevarme disgustos, que si Dickinson dejaba a Maiden, que si Halford se iba de Judas, que Sherpa y Hermes dejaban de pilotar, … pero he de confesaros que uno de los mayores disgustos que me llevé fue cuando se separaron “mis Panzer”. Al menos el Barón seguía volando, aunque con muchas turbulencias, pero ¿Mis Panzer? ¡Joder ya no les volvería a ver!, por lo menos Carlos Pina se había pasado a la radio y podía seguirle en el famoso “Rockmpehielos” (creo que se llamaba Rompehielos pero yo le llamaba así). Lo cierto es que ya daba todo por perdido y más cuando no pude verlos en anteriores reuniones que hicieron, pero ¡Eureka!, en pocos meses los he podido ver y disfrutar en dos ocasiones y además he podido conocer a Carlos Pina, sin duda es una de las mejores personas que me he encontrado en este mundillo (Y las hay muy buenas).
Sobre el escenario Carlos Pina, Fernando Díaz Valdés y Rafa Ramos, fundadores de PANZER hace más de 40 años, y Miguel Angel López “Cachorro”, miembro ya “clásico de la banda de pleno derecho” y uno de los músicos que más ha hecho para que nuestras maravillosas bandas de los 80 sigan vivas. Carlos ya nos advertía antes de empezar que tenían el tiempo muy limitado, así que ya suponía que iba a ver algún tema menos que en la anterior ocasión como así fue.
Empezar de entrada con “Toca Madera” y “Dios del Rock” puede parecer una apuesta segura, pero también puede convertirse en un tiro fallido al disparar tus dos mayores Hits en la primera ráfaga. En este caso hubo suerte que pasó lo primero y que el público ya empezamos cantando los temas de principio a fin y a corear el nombre de PANZER como si de los últimos temas se tratase. Al comienzo parece que había algún desajuste de sonido que yo no noté ya que estaba justo al lado de la mesa de mezclas (Curiosamente ubicada en un costado en vez de estar frente al escenario como es lo habitual).
Siempre que escucho "Galones de plástico" me gusta pensar que los heavys aportamos un granito de arena para acabar con la "puta mili". A mí me tocó hacerla, pero unos pocos años después ya nadie estaba obligado a perder un año de su vida para nada.
La siguiente en sonar fue "Volverás, desertor", una sorpresa para mí, ya que al ser un setlist reducido podrías esperar otro tema algo más conocido, pero una vez escuchado entiendo que lo toquen ya que es de los temas que mejor les queda. Inmediatamente "Perro viejo", uno de los grandes clásicos del heavy español y que siempre asocio con La Ruperta del 123, qué es dónde lo escuché por primera vez.
En este momento Carlos baja al foso para estar más cerca del público y nos anuncia que van a tocar una balada y quiere dedicársela a alguien. Curioso que al igual que en su concierto de hace unos meses, al nombrar "balada" el público pide "Tú mismo" y todos acabamos cantándola a capella, a ver si la próxima vez la incluyen el set list. El tema al que se refiere Carlos no es otro que "Fuego Prohibido", que yo diría que es su favorito por lo que recuerdo que comentaba en su programa de radio Rompehielos.
Tras el acelerado y coreado final de "Fuego prohibido" llega uno de los momentos más esperado de la noche con "Junto a ti". Qué bonito es mirar para atrás y ver a todo el público cantando y a muchos con los ojos llorosos, lagrimeando o a punto de hacerlo, por el cúmulo de emociones y recuerdos que te invaden, amigos eso es EL PODER DE LA MÚSICA.
"No hay quien nos pare" siempre fue de mis canciones favoritas y una de las que mejores recuerdos me trae. Un crudo riff de Cachorro nos avisa de que vienen "Los caballeros de sangre" como un ejército maldito, cómo me gusta ese "ooooohhhooohh" que todos cantamos sobre la guitarra que Cachorro parece hacer cabalgar.
Carlos, Fernando y Rafa quisieron hacer un grito de guerra para una generación con "Panzer" y sólo tenían que ver como toda la sala gritába esa palabra para darse cuenta de que lo han conseguido. No pudo haber un mejor fin de fiesta con todos los allí presentes gritando Paaaanzer, Paaanzer, Paaanzer y terminando con el típico “ooeee, oee, oe, oe" que se dedica a los triunfadores.
En ese momento alguien me toca por atrás y me dice emocionado “tío que grandes son, me han tocado la patata al recordarme mis años jóvenes”, en ese momento me doy cuenta de que “mi patata” no había dejado de botar desde el comienzo del concierto.
Setlist:
Toca Madera
Dios del Rock
Galones de plástico
Volverás, Desertor
Perro viejo
Tú mismo (fragmento)
Fuego prohibido
Junto a ti
No hay quien nos pare
Caballeros de sangre
Panzer
A finales de los 80 Sherpa y Hermes decidieron dejar de pilotar el Dreidecker triplano que tantas batallas les había hecho ganar, pensé que había llegado el final y ya no tendría ocasión de ver surcar los cielos a los cuatro pilotos juntos, así que cuando anunciaron la ansiada reunión del 30 aniversario mi alegría fue enorme. Habían pasado ya un montón de años, pero Sherpa y Hermes habían vuelto en buena forma como reflejaban aquellos maravillosos “Guerrero en el desierto” y “El Rock me mata”. La reunión fue breve pero intensa, tuve la ocasión de verlos en los dos conciertos que ofrecieron en Madrid y fueron de los más emocionantes de mi vida. La cosa no salió como se esperaba y parece que los desajustes del reformado triplano eran más fuertes de lo que podía soportar y tuvieron que realizar un aterrizaje forzoso. De momento para mí ese ha sido el verdadero “Último vuelo” ya que reparar el triplano de nuevo se antoja realmente imposible al no fabricarse en la actualidad las piezas que hacen falta y las grietas todavía se han hecho más grandes. Pero ¿Quién sabe?, si yo tuviese la pasta y los medios necesarios no dudéis que intentaría repáralo a toda costa o fabricaría uno nuevo desde cero.
Desde su regreso he visto a Sherpa en todos los formatos posibles, con Barón Rojo, en solitario, en acústico, …. pero cuando anunciaron la formación de “Los Barones” es cuando realmente la ilusión me volvió a invadir, eso pintaba muy bien y lo pude comprobar en los dos conciertos pre-pandemia que pude presenciar y en los que se veía a los dos viejos pilotos muy motivados y a un Sherpa en muy buena forma vocal (Incluso mejor que en las actuaciones que lo había visto en solitario). Luego llegó el maldito bicho que todo lo jodió y nuevamente pensé que esto se había acabado por lo que todos conocemos, más cuando tras conversar unos minutos con Sherpa en uno de sus acústicos mi sensación fue de desánimo total respecto a nuevas actuaciones de Los Barones. Pero por suerte parece que esto no ha llegado a su fin, en parte porque a pesar de todo, somos muchos los que “siempre estamos allí” y no queremos que haya un final tan poco apropiado para uno de los músicos más importantes que hemos tenido y para su fiel compañero.
Podría tirarme horas y horas hablando de lo importante que fueron Barón Rojo para mí (Los cuatro, pero principalmente el “guerrero en el desierto”, sin por eso tener que odiar a nadie, porque para querer mucho a alguien no tienes porque odiar al resto), pero vamos al concierto que nos ofrecieron los “renovados” Barones en Parla.
Además de Sherpa y Hermes Los Barones hoy cuentan en sus filas con Dani Moreno y Plácido, dos grandes guitarristas tal y como demostraron esta noche.
Tras un pequeño paréntesis para que cambiasen algunos elementos de la batería de Rafa Ramos y que se acomodase Hermes en la misma, la banda apareció en pleno sobre el escenario, pero la cosa no empezó bien. La guitarra de Plácido no sonaba o sonaba desafinada con lo que estuvieron unos minutos subsanando en problema. Durante ese tiempo Sherpa comentó lo difícil que se lo habían puesto sus amigos de PANZER tras su conciertazo y aprovechó para presentarnos a la banda. Tan escaso era el tiempo que tenían, que no dio tiempo a retirar ni el telón ni el bombo de la batería de PANZER, así que si veis fotos por la red no penséis que Hermes o Sherpa han fichado por PANZER, fueron “exigencias del guión”.
Tras unos minutos para solucionar el problema, que a mí se me hicieron eternos, arrancaron con “Son como hormigas” y “El malo”, temas en los que no vi a Sherpa tan suelto como de costumbre ya que la guitarra de Dani sonaba demasiado alta, tanto que llegaba a molestar al propio vocalista. Tras pedir los ajustes oportunos y lograr solucionarlo eso fue viento en popa, con Sherpa de menos a más y un público entregadísimo que nos sabíamos todas las canciones convirtiendo la noche en un verdadero “karaoke del metal”.
Siempre es de agradecer que grupos tan veteranos se atrevan con temas nuevos, esta vez Sherpa nos anuncia uno que se llama algo así como “Barón Rojo” y que la gente parece saberse muy bien para ser un estreno. A esas alturas cuando sonó “Campo de concentración”, uno de mis temas favoritos, eso sonaba tremendo, por lo menos a pie de escenario donde yo estaba.
El triplano apareció sobre nuestras cabezas de nuevo para sobrevolar Parla con “EL Barón vuela sobre ….”, tema en el que se comprueba la solidez de la banda y dónde se puede apreciar la maestría de Mr. José Luis Campuzano al bajo, porque aparte de ser una de las voces del Heavy Rock nacional, Sherpa es un gran bajista y esa noche lo demostró con creces.
Recordamos a los “caídos del rock” con uno de los mejores temas-réquiem que se han escrito, “Concierto para ellos” en el que curiosamente cada vez que llega el estribillo además de Bon Scott, Janis, Lennon, Allman, Hendrix, Bolan, Bonham, Brian y Moon, se me viene a la cabeza el grandísimo DIO. La emotivísima “Siempre estáis allí” nos sirve de auto-homenaje a todos los presentes, además de hacer saltar a tope de nuevo a mi patata.
“Breakthoven” es uno de mis temas fijos en los playlist que hago, así que escucharlo de la voz de su creador de nuevo aumenta las revoluciones y las emociones. A estas alturas a todos se nos “Escapa es tiempo” y más esta noche que era limitado y la hora del fin se acercaba, por cierto que gran tema de “Metalmorfosis”, un disco algo infravalorado para los temazos que contiene.
Para finalizar no podían faltar dos de sus temas más celebrados, como son “Resistiré”, EL DE VERDAD, el que cada vez tiene más sentido para muchos de nosotros, porque a pesar de haber resistido hasta ahora nos vemos obligados a seguir haciéndolo en esta insustancial e intolerable sociedad que estamos construyendo. Y para rematar esta gran noche no podía ser otra: “Los rockeros van al infierno”, el que no se sepa la letra de principio a fin y se quede sin cuerdas vocales al gritar MI ROLLO ES EL ROCK, que se haga pronto un reconocimiento médico para comprobar si es Heavy de verdad. Además esta noche contamos con uno de los grandes guitarristas de nuestro país como es el gran Luis Cruz, que el mismo Sherpa presentó como el mejor o como mínimo del TOP 3 nacional. Y así aterrizó este vuelo, con banda y público entregados al unísono y una gran cara de felicidad generalizada por toda la sala. Estuvimos un buen rato gritando ¡otra, otra, otra!, pero no pudo ser, el local debía ser desalojado para cumplir otros compromisos. A pesar de este “coitus interruptus” gracias a la sala Conchita Amores por apostar por el Rock en vivo.
Los Barones podrían estar tocando cuatro horas seguidas y aun así se quedarían clásicos en el tintero, pero esta vez me supo realmente a poco ya que hubo que sacrificar imprescindibles como “Hijos de Caín”, “Tierra de nadie” y muchos otros que podían haber tocado, buena excusa para esperar poder verlos pronto en con un setlist más amplio.
Una especial mención para Hermes ya que tuvo que hacer un gran esfuerzo esa noche y además de tocar tan bien como nos tiene acostrumbrados, se ganó el cariño de todo el público que coreamos su nombre en repetidas ocasiones.
Setlist
Son como hormigas
El malo
Barón Rojo
Campo de concentración
El Barón vuela sobre Parla
Concierto para ellos
Siempre estáis allí
Breakthoven
Se escapa el tiempo
Resistiré
Los rockeros van al infierno (con Luis Cruz)
Con las prisas por cerrar la sala pude saludar a Carlos Pina, que no sólo está siempre “al pie del cañón”, también al lado de sus fans. Pero no pude saludar y agradecerle en persona a Sherpa lo importante que ha sido su música para mí a lo largo de todos estos años y también la aportación que hizo al proyecto “Apaga la luz y verás”, apadrinado por Ibón Casas, para apoyar una maldita enfermedad que se llama retinosis pigmentaria que conozco en primera persona. Si por casualidad lee esta crónica que sirva de agradecimiento, espero tener ocasión en un futuro cercano de hacerlo “in person”.
Y esto ha sido todo amigos, hasta la próxima.
Gracias Panzer, gracias Barones, gracias Heavy Metal.
Texto y fotos: Fernando Villacé para La Hora del Rock
PD: Gracias a Paco Jiménez y a Carlos Pina por facilitarme el cumplir otro sueño que no olvidaré y a mi amigo Adolfo por ayudarme a que eso fuese posible.
Abajo os dejo una pequeña galería. Hay que pinchar para ver las fotos en grande o acceder a los vídeos