Z! LIVE ROCKFEST 2023 -DÍA 1

Z!LIVE Jueves 08/06/2023 (IFEZA-Zamora)

CRÓNICAS CONCIERTOS

Fernando Villacé

6/16/202317 min read

Madrid, jueves 8 de junio, mi despertador suena a las 7 de la mañana y mi primera reacción es mirar la previsión del tiempo en Zamora tras la anulación de la fiesta de presentación del Z! Live en Toro. Parece que no son muy buenas previsiones, pero tampoco catastróficas con un 50% de posibilidades de lluvia a lo largo de la jornada, pero seguro que todo va a salir bien, los organizadores dicen que todo está preparado y que tienen un plan B en caso de que la lluvia haga acto de presencia, así que todo preparado para comenzar mi peregrinaje hacia la nueva Meca del Heavy Metal en Castilla y León.

Con mi maleta llena de camisetas negras, un chubasquero recién comprado por si las moscas y sobre todo cargada de ilusión por vivir de nuevo esas sensaciones que sólo se viven en un festival de Heavy Metal, me pongo camino a Valladolid donde me esperan mis compañeros en esta nueva batalla. De camino parece que ha amanecido un buen día, justo hasta que llegamos a tierras castellanoleonesas donde las nubes parecen advertirnos de que puede pasar algo, pero bueno Zamora estaba todavía lejos de allí y la organización dice tenerlo todo controlado, así que tranquilidad ante todo. En Valladolid me encuentro con Abel, Dani, Victor y Juanjo (Gracias AMIGOS, sin vosotros ya sabéis que esto no hubiese sido posible), ya todos uniformados, con unas caras de felicidad como la mía y con unas ganas tremendas de invadir Zamora y teñirla de negro junto a los casi 8000 metaleros que llegarán de todos los rincones de España y alguno de Portugal.

De camino la cosa no pintaba nada mal, cielo encapotado pero como con miedo de descargar su ira sobre tanto rockero indomable. Una vez que llegamos a la que iba a ser nuestra guarida para los próximos tres días y comprobar por primera vez la amabilidad y hospitalidad de los Zamoranos representados por nuestra anfitriona, nos disponemos a hacer nuestro primer reconocimiento a la ciudad y de paso ir cargando nuestro depósito con esa “vitamina rubia” tan necesaria en estos casos. De vuelta a casa para recoger las cosas necesarias para afrontar más de 10 horas de festival, nos encontramos con lo que no deseábamos ninguno, un chaparrón tremendo descargó sobre Zamora y aunque estábamos en nuestra guarida eso no parecían cuatro gotas, bueno, mejor que caiga ahora que durante los conciertos, nos dijimos.

Una vez que dejó de llover emprendimos camino hacia IFEZA, donde estaba la nueva ubicación del festival tras haberlo celebrado en el Auditorio Ruta de la Plata en años anteriores. Ya de lejos se apreciaba una interminable cola que parecía no avanzar, una vez allí nos informaron que debido a la lluvia los escenarios habían sufrido daños, por lo que tanto la apertura de puertas como el comienzo de las actuaciones se habían retrasado al menos un par de horas. Efectivamente se suspendieron las actuaciones de “The Broken Horizon”, “Diabulus in Musica”, “Rise to Fall” y “THe Heretic Order”. Como punto a favor de la organización, comentar que a pesar de la larga cola que se había montado, una vez que la cosa empezó a rodar, lo hacía de forma fluida y supieron dar respuesta bastante rápida a algunos problemas que surgían sobre la marcha, como el que yo tuve para recoger mi pase.

Mi primera impresión al entrar en el recinto, fue ver una “mini RockFest Barcelona” con dos escenarios gemelos que de cerca eran mucho más grandes de lo que parecían desde fuera del recinto. Lo que sí echaba de menos eran las grandes pantallas que suelen tener este tipo de festivales para poder apreciar de lejos la evolución de los bolos cuando ya flaquean las fuerzas o cuando te ves obligado a parar un poco para cargar las pilas pero no quieres perderte nada de lo que suceda en el escenario. Supongo que el presupuesto o incluso las malas previsiones metereológicas hicieron dejar esta mejora para futuras ediciones. Quitando este aspecto, pienso que la disposición y organización del recinto estaba muy bien, quizás algo escasa en baños (que se subsanó en gran medida al día siguiente) o más puestos de comida (aunque yo personalmente no tuve que sufrir excesivas demoras a diferencia de otros festivales a los que suelo asisitir), pero eso siempre sucede en los festivales de este calibre. Además se disponía que un gran pabellón que parecía ser el famoso Plan B que anunció la organización.

Tras algo de espera que aprovechamos para algo de avituallamiento, tanto sólido como líquido, empezó lo que todos esperábamos con ansia: LA MÚSICA

ROSS THE BOSS

Aunque fuese por exigencias del guión, no hay mejor forma de empezar un festival que con una serie de himnos imperecederos para los amantes del Heavy Metal más tradicional y que cayeron uno tras otro de la mano Ross Friedman y los suyos.

La banda además de por el jefe, está compuesta por Mark Lopes a las voces, Sean Elg a la batería y Dirk Schlächter al bajo. Destacar la labor de Lopes a las voces, que tiene el papel más difícil pero que sabe “rejuvenecer” a la perfección los temas de Manowar, además es un gran frotman como ha demostrado ya las tres veces que le he visto.

Se notaba que había ganas de música, con lo que lo tuvieron fácil. Con un buen sonido, que fue lo habitual durante casi todo el festival, el público fue entregándose clásico a clásico como si de los mismos Manowar se tratase. Aunque tiene temas propios muy buenos, Ross the Boss ya decidió hace tiempo tocar solo temas de su antigua banda sabiendo que es lo que el púbico espera y disfruta.

Abrieron con “Blood of the Kings”, “The Oath” y “Sing of the Hammer” que muchos de los allí presentes cantamos como si ya se tratase del final del concierto. Con casi 70 años Ross The Boss ya no está para ir de un lado a otro del escenario, pero “el que tuvo retuvo” y su forma de tocar tan peculiar y que fue tan importante para el éxito de los americanos, sigue ahí. Ademas en el escenario le complementan a la perfección Lopes y Dirk Schlächter, que saca a relucir todas las tablas que le ha dado su experiencia, sobre todo como miembro de Gamma Ray.

Me sorprendieron con la interpretación de “Heart of Steel” ya que no la tocaron la anterior vez que los vi. Aunque aguantaron el ritmo durante todo el concierto clasicazo tras clasicazo, para mí los momentos álgidos fueron “Kings of Metal” y sobre todo “Fighting the World” y “Hail and Kill” con el que finalizaron por todo lo alto. Siempre echaré en falta “Carry On” que es mi tema favorito y con el que conocí a Manowar, pero aun así no hubo mejor forma de empezar el festival.

SETLIST

The Oath

Sign of the Hammer

Thor (The Powerhead)

Wheels of Fire

Kings of Metal

Black Wind, Fire and Steel

Heart of Steel

Battle Hymn

Fighting the World

Hail and Kill

SEPTICFLESH

Aunque sigo intentando meterme en el mundo de los guturales, todavía hay estilos como el Death Metal que me cuesta mucho digerir, así que sabiendo que más tarde las colas serían bastante mayores, aproveché para cenar y coger energías para lo que estaba por llegar.

Aun así observé varias cosas durante la actuación de estos griegos. La primera que siguen esa tendencia actual de llevar todas las orquestaciones sampleadas y que cada vez el público acepta de forma más natural, y la segunda, que la reacción de los muchos aficionados a este estilo de música fue muy buena y el grupo fue muy ovacionado al final de la actuación, así que aunque no tengo los conocimientos suficientes para hacer una crítica sobre el bolo, podría concluir que hicieron un gran concierto.

SYMPHONY X

Los americanos eran para mí uno de los mayores atractivos del festival ya que últimamente no se prodigan mucho por estos lares y no quería perderme la oportunidad de ver a dos números uno como son Michael Romeo y Russell Allen.

Mi intención era acercarme a las primeras filas para hacer alguna foto y luego ir hacia atrás, justo a la altura de la mesa de mezclas ya que es donde el sonido suele ser mejor, pero he de confesar que tras posicionarme en la primera fila me quedé realmente hipnotizado por la maestría de Mr. Romeo y Mr. Allen, y aunque el sonido no era perfecto ya que el bajo estaba algo alto, acabé acostumbrándome y disfrutando del show en primera fila del que para mí fue uno de los mejores conciertos de todo el festival.

Arrancaron con la potente “Nevermore” y desde el principio ya demostraron ser una perfecta máquina de hacer música. Pocas veces me ha parecido ver a un grupo tan compenetrado sobre el escenario. Ya desde el principio me sorprendió la presencia en escena de Russel Allen, que además de cantar increíblemente bien, ejerce de perfecto maestro de ceremonias de principio a fin del espectáculo.

He asistido a otros conciertos de Progresivo que me han acabado aburriendo de tanta perfección y solos interminables, pero Symphony X tienen algo más que virtuosismo que es capaz de atrapar a alguien tan adicto al azúcar como soy yo.

Tema a tema fue pasando la masterclass de los americanos hasta que terminaron con posiblemente su tema más conocido “Set The World On Fire” (The lie of Lies), con un Allen completamente entregado, simulando dar tumbos de borracho tras unos cuantos tragos (no sé si reales o simulados) a una botella de lo que parecía Bourbon.

Los americanos superaron mis expectativas, espero que no tarden en sacar un nuevo disco ya que la espera se está haciendo muy larga.

SETLIST:

Nevermore

Sea of Lies

Dehumanized

Evolution (The Grand Design)

Without You

Kiss of Fire

Run With the Devil

Serpent's Kiss

Set the World on Fire (The Lie of Lies)

AMORPHIS

En mis “preliminares” de cualquier concierto o festival suelo escuchar siempre algo de los grupos que voy a ver, pero cuando los guturales empiezan a sonar los pongo a la cola de espera para centrarme en los grupos que más me pueden gustar. Este fue el caso de los finlandeses Amorphis, que por falta de tiempo se quedaron en la cola de espera, gran error por lo que pude comprobar durante su concierto.

Tenía intención de ir a relajar mis cargadas piernas tras ya unas cuantas horas de pie, pero mi amigo Abel, que conoce mis gustos, me insistió en quedarme ya que iba a ver a uno de los mejores vocalistas de guturales y me aseguraba que instrumentalmente me iban a gustar. ¡Joder que si acertó! Para mí fueron una de las mayores sorpresas del festival y seguramente uno de los grupos que me adentrarán en ese mundo oscuro que tanto temo.

Nuevamente nos situamos justo enfrente de la mesa de mezclas y eso sonaba como un cañón, todos los instrumentos se distinguían perfectamente llamándome especialmente la atención los contundentes riffs de guitarra y la asombrosa voz de Tomi Joutsen, que alternaba las voces limpias y guturales con una facilidad asombrosa. Este tío podría cantar igual en una banda de Black metal que en una de AOR si se lo propusiese. Otro punto a favor de Amorphis es la presencia de un teclista, nunca sabremos que porcentaje es real y cual sampleado, pero al menos está ahí y trasmite una mayor sensación de autenticidad al show.

Escénicamente el enorme telón de la parte trasera daba una mayor vistosidad, pero durante la actuación de los finlandeses el viento empezó a hacer de las suyas y tuvieron que bajarlo para evitar problemas mayores.

Empezaron con “Northwards” y el show fue in crescendo, a pesar de mi inapetencia inicial y de que un pequeño chaparrón me hiciese desenfundar mi chubasquero nuevo, ahí me quedé clavado disfrutando de algo inesperado para mí. Finalizaron con los dos temas que más me gustaron, “House of Sleep” que prácticamente no tiene guturales y a pesar de ello era el más conocido por el público y sin duda el más coreado, y “The Bee” cuyo riff me dejó completamente noqueado. Por cierto, justo cuando comenzaba este último tema mi amigo Abel me gritó al oído “¡ésta es la que gusta a mi hijo!" con lo que pensé en lo importante que es la educación musical de nuestros hijos (o nietos ya), si queremos que esto siga adelante ¿Seremos capaces de que la siguiente generación se olvide del puto reggaeton?

SETLIST:

Northwards

On the Dark Waters

Bad Blood

Silver Bride

The Four Wise Ones

The Moon

Into Hiding

House of Sleep

The Bee

MICHAEL SCHENKER GROUP

Llegaba el plato fuerte del día y a pesar del cansancio que tenía antes de AMORPHIS, se me pasó con el subidón de su concierto y alguna rubia más, así que a pesar de que el suelo estaba bastante embarrado en las primeras filas, decidí coger posiciones para ver de cerca a ese gran guitarrista que parece siempre pegado a una Flying V y que creo escuela durante el siglo pasado.

Tenía muchas ganas de ver a Ronnie Romero encima del escenario ya que todavía no he tenido ocasión, con lo que cuando se anunció su marcha de la banda me llevé una pequeña decepción, decepción que se me pasó enseguida al saber que el sustituto iba a ser Robin Mcauley, que no para de sacar discos de gran altura y además había disfrutado hace unos años en directo con Michael Schenker Fest y había barrido del escenario a todos sus compañeros.

Un ratito de espera y ahí estaba puntual el flacucho alemán, ataviado con un gorro de lana para hacer frente a la imprevisible noche zamorana y acompañado de su inconfundible amiga en forma de flecha, con la que sigue entendiéndose de maravilla a pesar de tantas décadas de relación. Ejerciendo de maestro de ceremonias nos presenta el primer tema de la noche, el mítico “Into de Arena”, valiente forma de empezar un bolo con un tema instrumental y tan largo.

El siguiente paso del maestro es presentarnos al segundo protagonista de la noche, Mr. Mcauley, que tantas batallas ha librado con él y que ha recuperado para esta gira. La primera canción interpretada por el vocalista irlandés es “Cry for the nations” que tras unos pequeños ajustes iniciales de sonido suena de maravilla. “Doctor, Doctor” llega demasiado pronto para mi gusto, por previsible que sea este tema debería cerrar siempre los conciertos, pero llega cuando el Jefe quiere y siempre es de los más celebrados de la noche.

Me acuerdo durante todo el Show de lo que siempre dice mi amigo Willy en “Defensores de la Fe del Metal”, dice que “Cuando se ve a estos dinosaurios en el escenario, se va a ver una lección y no sólo un concierto” , y eso es los que vimos durante los 90 minutos siguientes, asistimos a una lección en toda regla de unos músicos que se acercan o sobrepasan los 70 y que lo dan todo en el escenario, es envidiable ver a Mr. McAuley no parar de corretear, saltar y animar en el escenario o a Mr. Schenker, que estuvo más activo que de costumbre, clavar unos solos que han marcado época y huella en muchos músicos.

A la voz Robin McAuley estuvo realmente bien, aunque bajo mi punto de vista hubo una gran diferencia entre los temas clásicos, en los que iba hasta sobrado, y los nuevos que canta Ronnie Romero como “Sail the Darkness”, “Emergengy” o la emotiva “A King Has Gone”, dedicada a Dio, que le costó bastante sacar adelante (Es verdad que era uno de los primeros conciertos con esta formación y con el tiempo puede cambiar).

Ya pasó en anteriores giras y no sé muy bien por qué no rescatan temas de la época de McAuley Schenker Group (la favorita de un servidor), en realidad hubiese sido más fácil y efectivo que hacer cantar a Robin los temas de Ronnie Romero ¿Cuestiones de derechos de autor? ¿Capricho del jefe?.

Además de los nuevos temas ya mencionados, durante el excelso concierto que se marcaron no dejaron de caer clásicos tanto de UFO como de MSG, destacando el gran solo en medio de “Rock Botton”, que a pesar de ser largo se me pasó en un suspiro, quizás el disfrutarlo a escasos tres metros y ver como Schenker gesticulaba con la boca como queriendo traducirnos lo que su guitarra le decía, hizo que ese momento para mí fuese uno de los más especiales del festival. Con Michael Schenker haciendo fotos a la vez que su guitarra seguía sonando, encaminamos el final de “Rock Botton” con el público entregado a uno de los mejores temas compuestos por el alemán.

Para mí el cierre con “Too Hot to Handle” y “Only You Can Rock Me” da un poco de bajonazo, insisto que cerrar con “Doctor, Doctor” o incluso con “Rock Botton” "Armed and Ready" o “Save Yourself” pondría la guinda perfecta. Aun así, MSG ofreció uno de los mejores conciertos de la noche y del festival.

SETLIST:

Into the Arena

Cry for the Nations

Doctor Doctor

Looking for Love

Lights Out

Red Sky

Shoot Shoot

Sail the Darkness

Let It Roll

Emergency

Natural Thing

A King Has Gone

Armed and Ready

Rock You to the Ground

Rock Bottom

Too Hot to Handle

Only You Can Rock Me

BARON ROJO

Tenía muchas ganas de reconciliarme con mis Barón Rojo después del chasco que me llevé hace unos años en el Rock Fest de Barcelona, donde dieron un concierto realmente para olvidar.

Expectante para ver y escuchar lo que nos ofrecerían los Hermanos de Castro, cambiamos rápidamente de escenario, un escenario muy desangelado ya que no tenía ni un triste telón de fondo, que al parecer no pudieron colocar por problemas con el viento. Por los altavoces nos anuncian que se celebra el 40 aniversario de Metalmorfosis y que lo van a interpretar completo, un subidón me invade ya que es un gran álbum y que contiene varios de mis temas favoritos de la banda. Empiezan las notas de “Hirosima”, musicalmente impecables como siempre, ya falta poco para saber si mi reconciliación va a llegar a buen término, ¡peeeero!…. es entonar la primera nota Carlos y aquello se acabó, de subidón previo a aterrizaje forzoso. Eso no iba bien y no sólo parecía mi impresión, casi ni un puño levantado al aire, casi nadie cantando el tema.

Es el grupo de mi vida, por el que empecé en esto y al que declaré amor eterno allá por los 80, pero ya poco queda de aquellos Barón Rojo en esta formación. Ojo, no estoy hablando de la parte instrumental, pues para mí Armando sigue siendo el mejor guitarrista de este país y Carlos+Armando la mejor dupla, además José Luis Morán y Rafa Díaz son excelentes músicos y se dejan todo en el escenario, pero es que la música es sólo el 50%. Ya sé que el único intento que hubo allá por los 90 de incorporar a un vocalista como Maxi salió rana y todos reclamamos que Carlos se hiciera con las voces ya que todavía nos trasmitían gran parte de lo que era Barón para todos, pero eso ya no es posible. Ya que la reunión sería un milagro muy poco probable, hay excelentes vocalistas nacionales en la actualidad que darían un verdadero empujón para que el último vuelo de la mejor banda de todos los tiempos de nuestro país sea lo que se merece, la otra alternativa sería dedicarse a lo que hacen bandas como “El Altar del Holocausto” o “Ciconia” para que sigamos aplaudiendo la labor de los hermanos de Castro.

Aun así, la nostalgia me pudo y canté a pleno pulmón, junto a muchos de los que allí estábamos, temas como “Herencia Letal”, “El Malo” o “Siempre estás allí”, pero no se me cayó ninguna lagrimilla como así fue cuando hace poco vi al otro 50%.

Mi decepción aumenta cuando de reojo veo el pedazo escenario que estaban montando al lado una banda como Lèpoka, a las que muchos de los allí presentes ni conocían.

Ciertamente me produce mucha tristeza ver en estas circunstancias a una banda que podría haber estado a la altura de grupos como Maiden, Judas, … o al menos como Helloween, Accept, Saxon, ….

Ya sabemos que Manfred Von Richthofen, el verdadero Barón Rojo, acabó derribado. Hermanos de Castro, tomen nota y no permitan que la historia se repita. Por favor no me lo tomen a mal, más bien como los consejos que das a un amigo al que quieres mucho para que intente hacer las cosas mejor.

No soy nada supersticioso, pero se oye comentar a las gentes del lugar que tras la serenata de Carlos empezó a llover a cántaros sobre Zamora, quizás hubiese sido mejor que cerraran el último día en vez del primero.

LÈPOKA

Fue uno de los últimos grupos que vi antes de la pandemia en el festival Escena Rock y lograron captar mi atención.

Me sorprendió que un grupo que toca tan tarde viniese con un escenario tan atractivo, capitaneado por dos monjes gigantes brindando entre sí con sendas jarras de cerveza. Los castellonenses son de los grupos que más están creciendo en la actualidad y lo dan todo para satisfacer al público. Personalmente yo no me habría quitado los trajes de monje para los directos, sus razones tendrán, pero creo que daban riqueza visual a las actuaciones y eran un elemento diferenciador para poder llamar la atención de un público más joven.

Tras los típicos desajustes iniciales en el sonido, subsanados en el segundo tema, arrancaron una actuación en la que fueron ganándonos a los allí presentes con temas como “Skol”, “Hevyatrico”, “Chupito”, … acompañados de juegos de pirotecnia en casi todos ellos. Hicieron bailar hasta los más reacios a hacerlo. La actitud de la banda y público apuntaba a una gran fiesta, en la que por desgracia se coló la puta lluvia, nuestra mayor enemiga durante estos días en Zamora. De todas formas, muchos queríamos seguir disfrutando con lo que nos pusimos el chubasquero y lo seguimos dando todo, hasta que ya se hizo imposible y tuvimos que huir rápidamente al pabellón adjunto para protegernos y la banda tuvo que dejar de tocar para evitar algún disgusto. Eso ya no eran cuatro gotas, era un chaparrón en toda regla que dejó totalmente encharcada la campa, lo que hizo preguntarme si al día siguiente habría festival.

Calados hasta los huesos emprendimos nuestra vuelta a casa, cuando ya íbamos de camino escuchamos de fondo nuevamente a la banda, pero ya era tarde para regresar, una larga jornada había hecho efecto en nuestros casi-viejos cuerpos y todavía faltaban dos días más de festival.

Muy a mi pesar tuve que perderme el final de la actuación de Lépoka y a Celtiberian, pero seguro que no tardaré en tener ocasión de ver de nuevo a ambas bandas.

Tras 30 minutos que parecieron horas llegamos a nuestra guarida, pero a pesar del cansancio me tiré un buen rato revisando mis fotos y vídeos, una de las cosas que más disfruto además de los propios conciertos.

!!SKOL!!... mañana más

PD: Lo siento por la calidad de las imágenes de Barón Rojo y Lèpoka, pero la lluvia no me permitió utilizar mi cámara en condiciones